Uno de los trabajos de diseño web que más me encargan últimamente es remodelar sitios que no funcionan o que no consiguen las conversiones o ventas esperadas.
Es una de las tareas que hacen que ame mi trabajo, porque cada caso es único, cada proyecto es totalmente diferente, requiere un enfoque distinto, y por supuesto una solución única y apropiada.
Es una tarea que requiere de un estudio y análisis muy importante y que para mí es la clave del éxito de un proyecto.
Me he decidido a escribir este artículo para explicarte cómo preparo este tipo de proyectos y los pasos que suelo dar por si te sirve de ayuda en tus propios trabajos.
1.- Datos iniciales
Lo primero que suelo hacer es intentar recopilar todos los datos y la información necesaria para hacerme una idea lo más exacta posible del problema que tiene mi cliente.
Siempre empiezo con las típicas preguntas más generales: cuál es el objetivo de la empresa, quién es su cliente tipo, cuál es la propuesta de valor de su producto, qué problema trata de resolver. Les pregunto por su competencia, directa o indirecta, les pregunto por el objetivo de su sitio web, de cómo captan sus usuarios, de qué es una conversión para ellos en su sitio.
Hablamos también de su marca, de cómo nació la idea, de dónde nace el nombre, dónde quieren llegar con su empresa, cómo se la imaginan dentro de 5 años, a qué empresa les gustaría parecerse, etc.
Todas estas preguntas, siempre van derivando hacia diferentes aspectos, en función de las respuestas y de cada caso concreto, pero es una fase de escuchar, de leer entre líneas y de intentar conectar con tu cliente.
Durante la entrevista suelo tomar notas muy breves – me gusta tener contacto visual con el cliente el máximo tiempo posible- e incluso diagramas mentales o esquemas rápidos, y cuando finaliza la reunión, lo primero que hago es documentar con pelos y señales cómo ha sido la reunión, no solo las respuestas, sino las sensaciones o los gestos que me han llamado la atención.
Todo para poder consultarlo durante el proceso de análisis.
2.- Análisis
En la mayoría de ocasiones salgo de estas reuniones con una idea bastante clara del objetivo de mi cliente, y en muchas ocasiones de cuales pueden ser los problemas, aunque intento ignorarlos hasta que reviso las métricas del sitio, hasta tener datos que demuestren mis hipótesis.
Lo primero que hago en esta fase, y antes de comenzar a investigar los informes de Analytics es comprobar si los datos son fiables o no.
El 99% de los Analytics de mis clientes están plagados de visitas de spam desde referidos, lo que hace que los datos de audiencia no valgan para nada.
Por eso en la mayoría de ocasiones me toca peinar y filtrar todos los datos para poder comenzar a analizar, y siempre con numerosas reservas.
En esta fase de análisis intento recopilar todas las métricas del sitio web, audiencias, canales de captación, comportamiento de los usuarios dentro de la página, por donde entran, por donde salen, flujos de navegación, etc.
También suelo examinar otras herramientas si las tienen disponibles mis clientes como Google Search Console, para ver qué palabras clave le dan tráfico orgánico y qué CTR tienen para intentar adivinar si el tráfico orgánico que recibe es de calidad o no, ya que en ocasiones el contenido del sitio web no es adecuado para las palabras clave estratégicas que se quieren trabajar.
Una vez analizadas las métricas en bruto, analizo la página en sí: la estructura de la navegación, las categorías de los elementos, la usabilidad, la estructura, el hilo narrativo de cada sitio, el copywriting, los CTA, el diseño, la velocidad de carga, etc.
El objetivo en esta fase es anotar todas las deficiencias que se encuentren y que puedan hacer que no se cumplan los objetivos de mi cliente.
3.- Diagnóstico
Con todos los datos aportados por el cliente y después de analizar las métricas, ha llegado el momento de detectar donde están los problemas de conversión del sitio.
Una navegación confusa, errores de maquetación, elementos que no cargan, un hilo narrativo que no capta al usuario, demasiados pasos para hacer una acción concreta, etc.
Generalmente, los problemas con las conversiones suelen producirse por diferentes motivos. Por ello es importante localizarlos todos para poder crear una estrategia completa que ayude a mejorar las conversiones y cumplir los objetivos.
4.- Soluciones.
Una vez que hemos diagnosticado cual es el problema o los problemas que existen en el sitio, y sabiendo cual es el objetivo del cliente, ha llegado la hora de plantear diferentes soluciones.
En ocasiones basta con modificar un formulario o cambiarlo de sitio, o cambiar la navegación, o mejorar el diseño de la versión responsive, y en ocasiones se hace necesario un nuevo diseño para sitio.
Como todo, depende del problema que hay que solucionar y del presupuesto de mi cliente.
Conclusión
Por supuesto una vez realizados los cambios en el sitio hay que monitorizar que en efecto se están consiguiendo los resultados y las conversiones previstas. Este es un servicio que incluyo en todos mis proyectos ya que es vital tener unas métricas correctamente configuradas que te permitan tomar decisiones estratégicas para tu negocio online o sitio web en base a datos fiables.
Y este, de forma esquemática, es el proceso que realizo para afrontar estos encargos, espero que este artículo pueda servirte de ayuda para afrontar casos de tus clientes o incluso si quiere abordar un análisis de tu sitio para mejorar las ventas y conversiones.
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