11 hábitos para convertirte en un freelance más eficaz y productivo

11 hábitos para convertirte en freelance más productivo

Durante mis años como freelance he adquirido una serie de hábitos, costumbres o normas para desarrollar mi actividad como freelance, para mejorar como profesional, y he querido recopilar algunos de ellos para compartirlos contigo.

1.- Contrata un buen asesor

Entiendo que al principio cuesta, porque tienes pocos clientes, ingresas poco, y pagar a alguien para que te haga el papeleo, pues no apetece.

Pero es fundamental que tu actividad esté en regla, que tus modelos de IVA, IRPF, etc se presenten correctamente y en plazo. Por eso te recomiendo encarecidamente que dejes todo esto en manos de un profesional. Es un dinero bien invertido.

Mejor invertir en un buen asesor que en multas de Hacienda.

2.- Cuentas bancarias separadas

Ya se que muchas veces es complicado, pero es necesario tener cuentas bancarias separadas: una para tus ingresos y gastos como freelance y autónomo y otra totalmente distinta para tus gastos personales.
Muchas veces a los autónomos nos cuesta, pero de cara a las finanzas tenemos que trabajar como si fuéramos una empresa.

Yo en mi caso tengo una cuenta personal donde me paso una nómina mensual. Cuando cobro un proyecto ese dinero va a la «cuenta de la empresa«, como yo lo llamo, nunca va a mi cuenta personal.

Además de la cuenta de mi actividad como autónomo tengo una cuenta para impuestos, por eso cuando cobro una factura, lo primero que hago es hacer un traspaso con el IVA de esta factura, porque ese dinero no es mío, es un dinero en el que soy mero transmisor del impuesto, un recaudador de Hacienda, vamos.

El problema de no separar el impuesto de las facturas cuando se cobran es que al final piensas que el dinero es tuyo, y luego cuando hay que pagar el trimestre del IVA vienen los disgustos.

Por supuesto, todos los movimientos que hago entre mis tres cuentas lo realizo mediante operaciones online, incluso la creación de cuentas. En mi caso utilizo los servicios online de BBVA, que me permite crear cuentas online sin coste en el momento de redactar este post. Pero supongo que hay más alternativas.

3.- Mide el tiempo

Sobretodo si facturas o presupuestas por horas, tal y como te contaba en un post anterior sobre cómo presupuestar proyectos como freelance.

Hay muchas alternativas o aplicaciones para gestionar el control del tiempo de proyectos: Tggle , Timr, son algunas de las más famosas, y a todas estas apps parece que le faltan letras en el nombre.
Generalmente son fáciles de usar, son multiplataforma y te permiten dar de alta proyectos y contar el tiempo cuando empiezas a trabajar en ellos.
Todas estas apps te dan estadísticas sobre el desarrollo de los proyectos para medir tu efectividad, pero lo importante es que sabes cuando estás “palmando horas” en un proyecto y puedes detectarlo a tiempo para tomar medidas y corregir.

La mayoría son de pago, pero por ejemplo, la app de Hours() es gratuita y te puede venir bien.

Medir el tiempo fue un hábito que me costó trabajo adquirir y uno de los que más impacto ha tenido en mi trabajo. Te lo recomiendo encarecidamente si no lo estás haciendo aún.

4.- Ponte un horario y sé inflexible

Este es uno de los clásicos, y más cuando trabajas desde casa.
Esta medida la tomé cuando me di cuenta que al final me pasaba todo el día trabajando.

Esfuérzate por ponerte un horario y cumplirlo, pase lo que pase. Es muy importante tener un horario de trabajo fijo y constante.
Distribuye un horario de 8 ó 9 horas, las que necesites, con descansos incluidos, y por nada del mundo los cambies.

Cuando termines la jornada hazlo sin remordimientos, recuerda que mañana será otro día que tendrá otras 8 o 9 horas de trabajo.

5.- Reserva tiempo para formación

Cuando tienes varios clientes y varios proyectos en marcha, es muy complicado parar una o dos horas para dedicarlas a formación, pero en Diseño de producto o en desarrollo es fundamental estar en formación continua: nuevas tecnologías, nuevas librerías, procesos para ser más eficiente o efectivos, aprender un idioma que te abra un nuevo mercado, etc. Siempre hay cosas que aprender, y lo que no podemos permitirnos es el lujo de no crecer profesionalmente, de quedarnos estancados.

6.- Aprende a decir que no

Este también es otro clásico. Todos sabemos que en ocasiones tenemos que decir que no, pero cuesta horrores al principio.

Por ejemplo, si no podemos asumir un proyecto porque tenemos un pico de trabajo o porque no es nuestra especialidad o por cualquier motivo, es mejor no comprometernos porque podemos acabar dando un mal servicio a nuestro cliente y nos va a provocar frustración.
Aprende también a decir que no a clientes con los que no te guste trabajar o que no te dan buena espina. Haz caso a tus sensaciones, déjate guiar por ellas para rechazar clientes si fuera necesario, si ves cosas que no te gustan.

7.- Crea y aplica una estrategia de marketing

«¿Estrategia de marketing? Pero si yo soy diseñador o programador…»
Lo siento, vas a necesitar trazar una estrategia de marketing.

Esto es relativamente sencillo, porque además con el tiempo y midiendo bien puedes saber si estás teniendo los resultados esperados o no.
Lo importante para trazar tu estrategia es que pienses cómo captar clientes, cómo retenerlos y cómo fidelizarlos para que te recomienden y vuelvan a contar contigo.

Esto puedes hacerlo de muchas maneras, pero para hacerlo tienes que tener claro quien es tu cliente, dónde encontrarle y cómo decirle que le puedes ayudar, que le puedes solucionar ese problema. Conectar con él.

Intenta siempre posicionarte dentro de tu sector, colabora con compañeros, aporta valor, y con el tiempo vendrán clientes.

8.- Fíjate objetivos realistas

Esto es algo que me gusta hacer cada año. Aprovecho para hacer un balance de cómo ha sido el año y ya me fijo una serie de objetivos a cumplir.

Siempre intento que en la medida de lo posible sean realistas pero que me obliguen a crecer de alguna manera. Que sean un reto pero no una utopía. Por ejemplo, mejorar un 10% la facturación, aprender una nueva tecnología, intentar trabajar una hora menos cada día, etc.

Yo siempre intento que estos objetivos me sirvan de motivación para el resto del año.

9.- Respeta tus vacaciones

Intenta fijar de antemano uno o varios periodos de vacaciones.

Probablemente no te puedas coger un mes completo porque tendrás proyectos y clientes que atender, pero ten previstas en tu calendario algunas semanas para desconectar, para disfrutar a tope con los amigos y con la familia, para viajar, y sobretodo para recuperar fuerzas.

Bloquea ese tiempo y tenlo siempre en cuenta para organizar los proyectos que van entrando, para poder cuadrarlos en el calendario y puedas dar fechas de entrega realistas. Que luego ya sabemos lo que pasa, que no nos podemos ir de naciones porque “ha entrado este proyecto que tenemos que entregar”.

10.- Haz deporte

Mi talón de Aquiles. Soy consciente de que tengo que empezar a hacer deporte, y me estoy obligando a reservar un tiempo fijo a la semana para salir a andar o a correr.

Ya no solo por salud, sino para ser más creativo.

En épocas en los que salía a correr se me ocurrían más ideas, me sentía más rápido y ágil mentalmente. Me encontraba mejor y me sentía más eficaz.

11.- Desconecta

Tenemos que aprender a desconectar del todo. Leer cosas que no tengan nada que ver con nuestra profesión, alguna novela, salir a pasear, quedar con los amigos, ser conscientes de estos momentos para disfrutarlos plenamente. Descansar. Desconectar.
Para volver con más fuerza.

Seguro que te verás reflejado en muchos de estos puntos que he recopilado. Me he dejado muchos, pero seguro que me puedes contar cuales son los hábitos que tú recomiendas para ser un profesional más eficaz.

Recuerda que puedes contactar conmigo en Twitter (@fran__gallardo), o a través de mi correo.

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